La tarea de elaborar en estos inicios del siglo XXI un nuevo diccionario histórico requiere partir de una perspectiva metodológica que tenga en cuenta los avances que se han ido produciendo en el campo de la Lingüística, para poder explicar adecuadamente cómo se estructura realmente el léxico de una lengua y, en consecuencia, cómo se transforma a lo largo del tiempo.
Este libro pretende mostrar algunos de esos aspectos lingüísticos previos a la redacción de la obra lexicográfica propiamente dicha; en él se recogen trabajos de distintos especialistas pertenecientes a las diversas ramas de la Lingüística, en los que se muestran las relaciones entre las palabras desde distintas perspectivas de análisis: morfológico, sintáctico, semántico, pragmático y etimológico.