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William Shakespeare

Hamlet

  • Karla Porcelhas quoted9 years ago
    Yo he oído decir que el gallo, trompeta de la mañana, hace despertar al Dios del día con la alta y aguda voz de su garganta sonora, y que a este anuncio, todo extraño espíritu errante por la tierra o el mar, el fuego o el aire, huye a su centro; y la fantasma que hemos visto acaba de confirmar la certeza de esta
  • Ezequiel Machadohas quoted8 years ago
    Procura no dar ni pedir prestado a nadie, porque el que presta suele perder a un tiempo el dinero y el amigo, y el que se acostumbra a pedir prestado falta al espíritu de economía y buen orden, que nos es tan útil.
  • Paula Levalloishas quoted2 years ago
    Ah, Hamlet, no sigas! Me vuelves los ojos hacia el fondo de mi alma, y en ella veo manchas negras y profundas que no pueden borrarse.
  • Cristina Liceagahas quoted6 years ago
    HAMLET Ser o no ser, esa es la cuestión: si es más noble para el alma soportar las flechas y pedradas de la áspera Fortuna o armarse contra un mar de adversidades y darles fin en el encuentro.
  • Ezequiel Machadohas quoted8 years ago
    Cuanto nos proponemos hacer debería ejecutarse en el instante mismo en que lo deseamos, porque la voluntad se altera fácilmente, se debilita y se entorpece, según las lenguas, las manos y los accidentes que se atraviesan; y entonces, aquel estéril deseo es semejante a un suspiro, que exhalando pródigo el aliento causa daño, en vez de dar alivio…
  • Ezequiel Machadohas quoted8 years ago
    Desde que mi alma se halló capaz de conocer a los hombres y pudo elegirlos; tú fuiste el escogido y marcado para ella, porque siempre, o desgraciado o feliz, has recibido con igual semblante los premios y los reveses de la fortuna. Dichosos aquellos cuyo temperamento y juicio se combinan con tal acuerdo, que no son entre los dedos de la fortuna una flauta, dispuesta a sonar según ella guste.
  • Enrique Jovelhas quoted8 years ago
    Conviene que lo sepa.
  • Asxle&?1?has quoted7 days ago
    Yo puedo. Al menos, el rumor que corre es este: nuestro difunto rey, cuya imagen se nos ha aparecido ahora, sabéis que fue retado por Fortinbrás de Noruega, que se crecía en su afán de emulación. Nuestro valiente Hamlet, pues tal era su fama en el mundo conocido, mató a Fortinbrás, quien, según pacto sellado,con refrendo de las leyes de la caballería,con su vida entregó a su vencedor todas las tierras de que era propietario: nuestro rey había puesto enjuego una parte equivalente, que habría recaído en Fortinbrás, de haber triunfado éste; de igual modo que la suya, según lo previsto y pactado en el acuerdo, pasó a Hamlet. Pues bien, Fortinbrás el joven, rebosante de ímpetu y ardor, por los confines de Noruega ha reclutado una partida de aventureros sin tierras, carne de cañón para un empeño de coraje, que no es más, como han visto muy bien en el gobierno, que arrebatarnos por la fuerza y el peso de las armas esas tierras perdidas por su padre. Creo que esta es la causa principal de los aprestos, la razón de nuestra guardia, la fuente del tráfago y actividad en nuestro reino.
  • Vilma Rodriguezhas quoted2 months ago
    REY ¿Cómo lo pasa mi sobrino Hamlet?
    HAMLET Pues muy bien; con el yantar camaleónico: vivo del aire, relleno de promesas. Ni el capón se ceba así
  • Vilma Rodriguezhas quoted2 months ago
    HAMLET Ser o no ser, esa es la cuestión: si es más noble para el alma soportar las flechas y pedradas de la áspera Fortuna o armarse contra un mar de adversidades y darles fin en el encuentro.
    Morir: dormir, nada más. Y si durmiendo terminaran las angustias y los mil ataques naturales herencia de la carne, sería una conclusión seriamente deseable.
    Morir, dormir: dormir, tal vez soñar. Sí, ese es el estorbo; pues qué podríamos soñar en nuestro sueño eterno ya libres del agobio terrenal, es una consideración que frena el juicio y da tan larga vida a la desgracia.
    Pues, ¿quién soportaría los azotes e injurias de este mundo, el desmán del tirano, la afrenta del soberbio, las penas del amor menospreciado, la tardanza de la ley, la arrogancia del cargo, los insultos que sufre la paciencia, pudiendo cerrar cuentas uno mismo con un simple puñal?
    ¿Quién lleva esas cargas, gimiendo y sudando bajo el peso de esta vida, si no es porque el temor al más allá, la tierra inexplorada de cuyas fronteras ningún viajero vuelve, detiene los sentidos y nos hace soportar los males que tenemos antes que huir hacia otros que ignoramos?
    La conciencia nos vuelve unos cobardes, el color natural de nuestro ánimo se mustia con el pálido matiz del pensamiento, y empresas de gran peso y entidad por tal motivo se desvían de su curso y ya no son acción
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