«Mi tiempo y mi espacio son el África del siglo veinte. Nacida en ella, inmersa en ella, la primera forma en que me expresé fue el relato», confiesa Nadine Gordimer (Premio Nobel de Literatura, 1991) en su introducción a NINGÚN LUGAR SEMEJANTE. Esta selección de relatos realizada por la propia autora, personalidad activa en la lucha antiapartheid, es reflejo vivo de la evolución de las actitudes sociales en África. En su escritura, a la vez fría y apasionada, destaca la precisión del gesto y de la palabra y la maestría con la que desvela las reacciones más íntimas del individuo. Para esta mujer fascinada por el relato breve, éste «…sucede, en el sentido imaginativo del término. Escribirlo es destilar… la gota vivificante —sudor, lágrima, semen, saliva— que hará arder la página».