Vertiginoso, salvaje, Sudor es el colosal relato de un editor que describe, con desparpajo y humor corrosivo, el funcionamiento y las relaciones del mundo literario, que se ve convulsionado por la visita y las conductas tiránicas de un autor estrella y su hijo mimado y provocador.
Suerte de despiadada sátira a la feria de vanidades que pueden ser las giras de prensa de escritores y sus egos desatados, esta novela es también una indagación sin anestesia en un submundo gay donde los afectos quedan relegados a un segundo plano por el despliegue de una serie de relaciones carnales, efímeras y extremas, propiciadas por Grindr, la exitosa red social de contactos homosexuales que Alf, el protagonista de la novela, usa con la misma frecuencia con que sus autores lo utilizan a él como consejero, asesor o cómplice. Entre tanto, la ciudad de Santiago, donde transcurren los pocos días que Sudor relata, cobra una presencia inusitada que raras veces la narrativa chilena ha sabido darle.