Hay un juego psicológico, el del triángulo, que se suele llamar el juego del "Sí, pero..." Es como una transacción entre dos o más personas. Un psicólogo, que era un genio, pensó que tú, en ese juego, irremediablemente haces uno de esos tres papeles del triángulo: rescatador, perseguidor o víctima.
El rescatador actúa bajo el influjo de la culpabilidad.
El perseguidor actúa bajo el influjo de la agresividad.
La víctima actúa bajo el influjo del resentimiento.
Si tú entras en el triángulo, irremediablemente cargarás con las consecuencias: te quemarás