Decir que Ensayos argentinos es ya un clásico dista de ser una exageración. Testimonio del trabajo conjunto de dos intelectuales decisivos en la conformación de la crítica literaria y cultural en el país, se convirtió muy rápidamente en una obra de referencia para generaciones de investigadores, estudiantes, docentes, lectores en general. Lejos de pensar problemas y obras para confirmar en ellos tesis preconstituidas, sus autores se propusieron entender las claves de una sociedad y una cultura periféricas y, en ese camino, reajustar y revisar categorías de análisis, como campo intelectual, modernización, vanguardia o profesionalización.
El punto de partida son figuras de la generación romántica como Esteban Echeverría y Juan María Gutiérrez, con su voluntad férrea de fundar una literatura nacional sobre el vacío: para los jóvenes poetas y pensadores, los valores de la «civilización» y el “progreso” harían retroceder el desierto y con él, la barbarie. Luego Altamirano y Sarlo analizan obras fundamentales de Sarmiento, como Facundo y Recuerdos de provincia. Y se detienen en los debates del Centenario, cuando, para el sector letrado encarnado en Lugones, Gálvez y Rojas, el gaucho y la carreta ya no son resabios que hay que dejar atrás, sino que se transforman en símbolos de una tradición nacional que el avance de la inmigración, la modernización y la diversidad amenazan disolver.
En los capítulos sobre la vanguardia martinfierrista, la revista Sur, la oralidad y las lenguas extranjeras, vuelven sobre tópicos que, por su persistencia, constituyen señas de identidad, como el criollismo y la polémica acerca del “idioma de los argentinos” o el impulso cosmopolita y europeizante de las élites.
Esta edición definitiva de Ensayos argentinos, libro publicado por primera vez en 1983, recupera la versión ampliada de 1997, y pone a disposición de nuevos lectores una obra central de la crítica y del pensamiento sobre la sociedad y la literatura.