Que no salga de aquí. Que no acabe este cuento en manos de cualquiera, pegado al techo de una casa, al grifo de una fuente, al corazón de un jardín. Por favor, no dejes que se vuele, no sea que después tengas que pegar carteles con celo por todo tu vecindario que digan «SE BUSCA CUENTO», como si un cuento fuera una criatura o una vivienda digna, como si existiera alguien incapaz de vivir sin un cuento. Cientos de miles de personas viven sin cuentos, ¿sabes? Hay estudios. Por tanto, cientos de miles de personas mueren sin cuentos. No lo digo yo, lo dicen las matemáticas.