Él era su único buen recuerdo en medio de una vida sombría…
Stefan Ziakas era el archienemigo empresarial de su padre, pero también era el único hombre que había hecho que Selene Antaxos se sintiera hermosa. Por eso, y a pesar de sus reticencias, Selene decidió acudir a él en busca de ayuda cuando decidió forjarse una nueva vida.
Pero el implacable millonario no tenía nada que ver con el caballero andante que ella recordaba. En cuestión de días, Selene, seducida, perdida la inocencia y traicionada, se dio cuenta de que había vendido su alma, y su corazón, al diablo.