En noviembre de 1613, Manuel Ponce, uno de los eruditos que poblaron las letras hispanas del siglo XVII, preparaba el que se considera uno de los primeros comentarios a las Soledades de Góngora. Su trabajo consta de dos grandes secciones, escritas en fases sucesivas: una anotación a la Soledad primera —a la que llama Silva a las Soledades—, y un Discurso en defensa de novedad y términos de su estilo, donde defiende la oscuridad como fundamento de la grandeza de la poesía y del poema de Góngora. En este volumen se ofrece un estudio de los principales aspectos que desarrolla este comentario, y la primera edición íntegra del único manuscrito que hoy se conserva, del que diera noticia el maestro Dámaso Alonso en 1978. La edición va acompañada de una anotación en la que se detallan las diversas particularidades del manuscrito y el texto, y se ilustran sus contenidos y el rico bagaje de autores que Ponce maneja como fuentes.