La lectura del cuerpo y de sus mecanismos de reacción en el transcurso de cualquier acto de comunicación interpersonal (como puede ser una conversación entre amigos, una entrevista de trabajo, una reunión de negocios, la compra de un coche, etc.) ofrece una gama finita y delimitada de mensajes, claros, racionales, que la psicología del comportamiento ha clasificado.