Los orcos y sus tropas bárbaras ya han conquistado el mundo de los humanos. Se erige Tierra de Nadie, una frontera para la esperanza a la espera de un milagro que expulse a los invasores. Mientras, la convivencia entre vencedores y vencidos intenta armonizarse con nuevas leyes y tratados, pero es obvio que hasta que no se destruya el arma absoluta de los orcos, los dragones, será imposible recuperar las tierras perdidas.