Para Zarco, que tuvo en sus manos la primera entrega de dicha publicación, éste sería el libro más importante que se hubiera escrito sobre México, “un verdadero honor para la República” y de interés tanto “para nuestra patria” como para la civilización. Debería ser estudiado y consultado por el hombre de Estado y por el labrador, por el diplomático y por el minero, por el abogado y por el comerciante, en una palabra, por todos los que quisieran saber lo que era el país en que nacieron.