En cualquier caso, dado que lo real es eficaz a pesar de las conciencias, es posible encontrar su rastro en la simbología tradicional de los elementos: fuego, tierra, aire y agua.
De sus significados se desprende, en relación con el fuego (Aries, Leo y Sagitario), una preponderancia del sujeto: uno es como es. En relación con la tierra (Tauro, Virgo y Capricornio), una preponderancia del objeto: uno es en el marco de sus haberes, adquisiciones y productos concretos o abstractos. Para el aire (Géminis, Libra y Acuario), una preponderancia de la relación: uno es junto a uno o varios otros, se es uno o varios. Y para el agua (Cáncer, Escorpión y Piscis), una preponderancia de la integración: uno no es nada en absoluto en una nada que lo es todo; uno no sabe quién es.