Ante la pregunta de para qué sirve la filosofía, Carlos Fernández Liria nos responde con una paradoja: para nada y para gobernar. Según afirma en este libro, lo propio de la filosofía es que no sirve para nada y, sin embargo, precisamente por eso desde Sócrates y Platón se pensó que servía para gobernar. Más tarde, con la filosofía de la Ilustración se creyó que ese sueño estaba a punto de hacerse realidad, traduciéndose en un modelo político que, desde la Revolución francesa, ha sido nuestro referente más irrenunciable. El imperio de la razón es el intento de poner el mundo a la altura de la verdad, la justicia y la belleza; tres ideas platónicas tras las que se esconde un lema: “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, con el que se guillotinó a un rey y se cambió para siempre el espectro político de la humanidad. Así, tras explicar cómo, ahora, hemos regresado a la Edad Media, convertidos en siervos de unos amos locos y tiránicos que se llaman a sí mismos “los mercados”, el autor no duda en afirmar que, aunque la filosofía jamás hubiera contemplado una derrota semejante de sus aspiraciones políticas, sigue siendo imprescindible para diagnosticar la gravedad de lo que está ocurriendo y para presentar batalla en la lucha que tenemos por delante. El lector encontrará en esta obra una explicación sin tecnicismos de la importancia de los filósofos y la filosofía y su conexión con el mundo en que vivimos.