Las bestias sin alma quieren dominar el mundo esclavizando a la humanidad. Lucho para que ello no ocurra, ayudado por mi dios. Las bestias del látigo no duermen, observan nuestros movimientos, no sé por cuánto tiempo. Las bestias se cruzan en mi camino, las voy derrotando y aniquilando completamente, he triunfado y lo dedico a la memoria de mis compañeros fallecidos.