Hay formas de la desigualdad que el coeficiente de Gini no puede mostrar. Son las que explican las diferentes experiencias de la pobreza que atraviesa alguien si es mujer u hombre, si es nativo o migrante, si es de origen indígena, si vive en una zona contaminada por las industrias cercanas, si nació en un país de ingresos altos o con menos recursos, si practica una religión minoritaria, si vive en un país con una historia de segregación étnica.
Desde hace algunas décadas se viene abriendo paso una perspectiva académica que invita a revitalizar y complejizar el análisis de las desigualdades, a pensarlas en plural, entrelazadas y operando a escala global, más allá de la mera distribución del ingreso, los niveles de educación y las posiciones en el mercado de trabajo.
Este libro es un compendio actualizado de esa perspectiva analítica renovada. Los trabajos que aquí se presentan indagan en el revés de la trama de las desigualdades, describen las formas concretas en que privan de bienestar y derechos a millones de personas en el continente y registran las estrategias de resistencia que muchas de ellas despliegan. Muestran cómo, a pesar del avance que implicaron las políticas compensatorias en varios países de la región a comienzos del siglo XXI, las distancias sociales en términos de oportunidades, habilidades valoradas y poder se mantienen e incluso se amplían en nuestros pueblos hasta hoy.
Este libro da cuenta, además, de una tendencia que las miradas restringidas a las fronteras nacionales y las estadísticas suelen pasar por alto: las políticas que algunos países implementan contra las desigualdades están inmersas en la dinámica global de la economía capitalista, que indefectiblemente tiende a desigualar.