En Fiscalidad voluntaria y responsabilidad ciudadana, Peter Sloterdijk explica su provocadora tesis según la cual en una sociedad democrática la recaudación obligatoria de impuestos habría de ser transformada en donativos voluntarios de los ciudadanos a la comunidad. El autor propone la renovación del sistema fiscal como una de las vías para liberar al ciudadano del carácter fantasmal que ha adquirido en la democracia actual. Solo cuando el ciudadano deje de considerarse a sí mismo como deudor y actúe como un orgulloso contribuyente estaremos ante una democracia de verdad participativa, donde los políticos estarían al menos algo más obligados a responder ante las exigencias de los ciudadanos. No se trata de la llamada a una bajada de impuestos, sino de «la intensificación y reavivación éticas de los impuestos como donaciones del ciudadano a la comunidad». A veces se olvida que voluntariedad no conlleva merma o supresión.
Sloterdijk nos invita en esta obra a despojarnos del pesimismo que corroe aquella idea que entiende la coacción como el único camino, y apuesta por la posibilidad de un ciudadano moralmente elevado.