Yo elegí un poema de Hikmet para anunciar mi matrimonio, un poema que apelaba a tomarse en serio la vida, hasta el punto de que «cuando tengas 80 años plantarás un olivo». Que aún se nos permita conservar la esperanza es una imagen contenida de forma intrínseca en su anterior conclusión. Y podemos conservar la esperanza porque «incluso los robles centenarios han crecido de unas bellotas absurdamente diminutas». ¿Cómo, entonces, podrían esfumarse la perseverancia, la capacidad para planificar los deseos a largo plazo y todas esas cualidades que capacitan a los seres humanos para construir una vida mejor?