Ni los discursos sobre los derechos democráticos y la libertad de la mujer que pronunciemos en la radio, la televisión y las reuniones públicas, ni los artículos que escribamos sobre el tema, servirán para algo; mientras siga existiendo el sistema patriarcal —feudal o capitalista—, los votos de las mujeres se utilizarán contra los intereses de las mujeres, de la misma manera que los votos de los obreros y campesinos se usan normalmente contra sus intereses.