más difundido de los libros de pícaros, La historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos; ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños, de Francisco de Quevedo, debió de escribirse en torno a 1604 y, por tanto, cerca del modelo de Alemán y se difundió en manuscritos hasta su tardía publicación, en 1626.