A nuestro protagonista todos le llaman Zanahorio por el color de su pelo. De eso también se burlan constantemente en el colegio, en donde apenas cuenta con amigos. En casa las cosas tampoco andan nada bien, pues allí sus padres lo ignoran cuando no lo desprecian. Zanahorio parece un niño triste y solitario. Poco a poco, sin embargo, irá descubriendo otras voces mucho más esperanzadoras. Sobre todo, la suya propia, que aprende a imponerse y a hacerse oír conforme va creciendo.