Pero luego el muy idiota tuvo que estropearlo todo diciendo que me quería. ¿Te lo puedes creer? Que me quería. ¿Cómo se puede ser tan exagerado y dramático? Por Dios. Lujuria a los diecisiete, claro que sí. Amigos con derecho a roce a los dieciocho, joder, sí. ¿Pero, amor? El amor no aparece en tu vida hasta que cumples los cuarenta y dos, engordas veinte kilos y empiezas a quejarte de las nuevas generaciones. Si alguien puede soportarte a ti y tus apestosos pedos a los cuarenta y dos, entonces sabes que es amor de verdad.