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Rashid Khalidi

Palestina

  • Camila Sanchezhas quotedlast year
    El sionismo es una empresa colonizadora y, como tal, depende íntegramente de la cuestión de las fuerzas armadas».
  • Diego Zapatahas quoted13 days ago
    La configuración del poder global ha cambiado y seguirá haciéndolo. En función de sus crecientes necesidades energéticas, China y la India tendrán más que decir sobre Oriente Próximo en el nuevo siglo que en el anterior. Al estar geográficamente más cerca de la región, Europa y Rusia también se han visto más afectadas por su inestabilidad que Estados Unidos, y cabe esperar que desempeñen un papel más relevante. Asimismo, lo más probable es que Estados Unidos no siga teniendo la libertad de maniobra que antaño tuvo Gran Bretaña. Quizá tales cambios permitan a los palestinos, junto con los israelíes y otros pueblos de todo el mundo que desean paz, estabilidad y justicia en Palestina, trazar una trayectoria distinta de la de la opresión de un pueblo por parte de otro. Solo una vía basada en la igualdad y la justicia podrá concluir la guerra de los cien años contra Palestina con una paz duradera, que traiga consigo la liberación que el pueblo palestino merece.
  • Diego Zapatahas quoted13 days ago
    Un elemento olvidado pero esencial de la agenda política palestina es la labor que debe realizarse en el propio Israel, en especial la de convencer a los israelíes de que existe una alternativa a la actual opresión de los palestinos. Se trata de un proceso a largo plazo que no puede descartarse por considerarlo una forma de «normalizar» las relaciones con Israel: ni los argelinos ni los vietnamitas tuvieron la estrechez de miras de negarse a sí mismos la oportunidad de convencer a la opinión pública nacional de su opresor de la justicia de su causa, y dichos esfuerzos contribuyeron considerablemente a su victoria. Tampoco los palestinos deberían hacerlo.
    El pueblo palestino, cuya resistencia al colonialismo ha entrañado una ardua batalla, no debe esperar resultados inmediatos. Ha demostrado una paciencia, una perseverancia y una firmeza inusuales en la defensa de sus derechos, lo que constituye la principal razón por la que su causa sigue viva. Ahora resulta esencial que todos los elementos de la sociedad palestina adopten una estrategia meditada a largo plazo, lo que implica reconsiderar mucho de lo que se ha hecho en el pasado, entender cómo otros movimientos de liberación lograron alterar un equilibrio de fuerzas desfavorable e intentar ganarse a todos los aliados posibles en su lucha.
  • Diego Zapatahas quoted13 days ago
    Aunque es forzoso reconocer la naturaleza fundamentalmente colonial de la relación entre palestinos e israelíes, hoy hay dos pueblos en Palestina, independientemente de cómo hayan llegado a existir, y no puede resolverse el conflicto entre ambos mientras cada uno de ellos niegue la existencia nacional del otro. Su aceptación mutua solo puede basarse en la plena igualdad de derechos, incluidos los derechos nacionales, y pese a las cruciales diferencias históricas que existen entre ambos. No es posible ninguna otra solución que resulte sostenible a largo plazo, salvo la opción impensable del exterminio o la expulsión de un pueblo por parte del otro. Superar la resistencia de quienes se benefician del statu quo a fin de garantizar la igualdad de derechos para todos en este pequeño país situado entre el río Jordán y el mar: eso dará la medida del ingenio político de todas las partes involucradas. Asimismo, reducir el amplio y constante apoyo externo a un statu quo que resulta discriminatorio y profundamente desigual serviría sin duda para allanar el camino.
  • Diego Zapatahas quoted13 days ago
    Establecer la naturaleza colonial del conflicto ha resultado en este caso extremadamente difícil dada la dimensión bíblica del sionismo, que presenta a los recién llegados como la auténtica población autóctona y como los propietarios históricos de la tierra que han colonizado. Bajo esta luz, la población original de Palestina aparece como un elemento ajeno al resurgimiento, tras el Holocausto, de un Estado-nación judío que hunde sus raíces nada menos que en el reino de David y de Salomón: en este noble y elevado escenario los palestinos no son más que unos indeseables intrusos. Poner en cuestión este mito épico es una tarea que resulta especialmente difícil en un país como Estados Unidos, empapado de un protestantismo evangélico que lo hace especialmente susceptible a tan evocador atractivo bíblico y también orgulloso de su pasado colonial. Hay que señalar que en Estados Unidos el término colonial tiene connotaciones profundamente distintas de las que lleva aparejadas en las antiguas metrópolis imperiales europeas y los países que antaño formaron parte de sus imperios.
  • Diego Zapatahas quoted13 days ago
    Si la erradicación de la población autóctona no constituye un resultado probable en Palestina, ¿qué hay de la opción de desmantelar la supremacía del colonizador para posibilitar una auténtica reconciliación? La ventaja de la que ha disfrutado Israel para mantener su proyecto reside en el hecho de que en Palestina la naturaleza básicamente colonial del enfrentamiento ha pasado inadvertida a ojos de la mayoría de los estadounidenses, así como de muchos europeos. Israel les parece un Estado-nación tan normal como cualquier otro, enfrentado a la hostilidad irracional de unos musulmanes intransigentes y a menudo antisemitas (que es como muchos ven a los palestinos, incluso a los cristianos que viven entre ellos). La difusión de esta imagen constituye uno de los mayores logros del sionismo y resulta vital para su supervivencia. Como decía Edward Said, el sionismo triunfó, en parte, porque «ganó la batalla política en torno a Palestina en el ámbito internacional en el que las ideas, la representación, la retórica y las imágenes estaban en juego».[446] Esto sigue siendo cierto en gran medida aún hoy. Desmantelar esa falacia y evidenciar la auténtica naturaleza del conflicto es un paso necesario si se pretende que los palestinos y los israelíes realicen la transición a un futuro poscolonial en el que un pueblo no utilice el apoyo externo para oprimir y suplantar al otro.
  • Diego Zapatahas quoted13 days ago
    Con la creación del Estado de Israel, el sionismo logró dar forma a un potente movimiento nacional y posibilitar el surgimiento de un nuevo y floreciente pueblo en Palestina. Pero no pudo suplantar por completo a la población originaria del país, que es justamente lo que habría hecho falta para el triunfo final del sionismo. Históricamente, todos los enfrentamientos entre la ocupación colonial y las poblaciones autóctonas solo han terminado de una de estas tres formas: con la eliminación o el pleno sometimiento de la población autóctona, como en Norteamérica; con la derrota y expulsión del colonizador, como en Argelia, un caso extremadamente raro; o con el abandono de la supremacía colonial en el contexto de la negociación y la reconciliación, como en Sudáfrica, Zimbabue e Irlanda.
  • Diego Zapatahas quoted13 days ago
    en Palestina han estado intentando hacer algo imposible: imponer una realidad colonial en una era poscolonial. Eqbal Ahmad lo resumía así: «Agosto de 1947 marcó el comienzo de la descolonización, el momento en el que terminó el dominio británico en la India. Fue en aquellos días de esperanza y plenitud cuando se produjo la colonización de Palestina. Así, en los albores de la descolonización volvimos a la forma más primigenia e intensa de amenaza colonial […], el colonialismo de ocupación exclusivista»
  • Diego Zapatahas quoted13 days ago
    En el siglo transcurrido entre ambos acontecimientos, las grandes potencias han intentado repetidamente actuar contra los palestinos, ignorarlos, hablar en su nombre, pasar por encima de ellos o fingir que no existían. Sin embargo, pese a tener tanto en contra, los palestinos han demostrado una obstinada capacidad para resistir todos esos intentos de eliminarlos políticamente y esparcirlos a los cuatro vientos.
  • Diego Zapatahas quoted13 days ago
    Cuando se cumplía el centenario de la guerra contra Palestina, la metrópoli estadounidense, el irremplazable fundamento de la libertad de acción de Israel, estaba tan comprometida con el proyecto colonial sionista como lo había estado lord Balfour cien años antes. El segundo siglo de guerra se caracterizaría por un nuevo enfoque, aún más destructivo, de la cuestión palestina, en el que Estados Unidos se coordinaría estrechamente con Israel y sus nuevos amigos en las monarquías absolutas del Golfo.
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