Por supuesto, lo esencial para la felicidad no son las fiestas, sino la compañía. Toda mujer necesita amigas que vengan por una taza de té o cócteles o una cena y que la inviten a su vez. Necesita amigas con las cuales compartir expediciones, amigas con quienes expresar su entusiasmo, a quienes confiarle sus problemas y mostrarle sus nuevos sombreros y sus antiguos amantes.