No existe otro ser menos visible en la historia latinoamericana que el niño. Su ausencia en los innumerables y abultados relatos de nuestra historia es sorprendente. Tanto las historias apologéticas del nacionalismo, gustosas de héroes y gobernantes, como las historias de las grandes estructuras económicas y sociales, todas olvidaron a los niños. Sin embargo, los niños siempre estuvieron ahí. Desde la época prehispánica hasta el presente, los niños han participado, de muy diversas maneras, en los eventos más cruciales y decisivos. El propósito principal de este libro es el de incluir a los niños en la historia, reparando en su existencia en distintos momentos del pasado. De alguna manera, el conjunto de ensayos que compone este libro no busca más que ayudar a aclarar lo que ha significado ser niño o niña en la historia de América Latina. Con ese propósito invitamos a un amplio grupo de experimentados investigadores de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, México, Perú, España, Estados Unidos, Alemania e Israel, para que escribieran ensayos sobre aspectos específicos de esa historia. En principio se trataba de que desplazaran sus miradas y detallaran aquellos ámbitos en los que aparecían los niños y las niñas, ya fuera como sujetos, o como motivos de reflexión y preocupación de los adultos. También nos animó a congregar este grupo de autores la cada vez mayor centralidad que parece tener en la vida de los adultos la presencia de los infantes. En nuestros países crecen los espacios donde se debaten las políticas públicas sobre la infancia, y nuestra sensibilidad frente al problema es bastante más refinada, y al mismo tiempo la solución de los conflictos que la aquejan parece cada vez más titánica. Aunque estamos convencidos de que el conocimiento histórico sobre el pasado de los infantes es una valiosa perspectiva para interpretar su presente y discutir su futuro.