Este libro presenta un relato histórico de prácticas teatrales en América Latina, desde la Colonia hasta el presente; las más relevantes y otras que se han considerado marginales o pasaron inadvertidas, sin las cuales sería más complejo entender la pluralidad del teatro en el continente. Así mismo, se ocupa de los intercambios, préstamos, influencias y relaciones establecidos entre países por medio de dramaturgos, obras, compañías y agrupaciones que han creado lazos reales y simbólicos. En su exhaustiva revisión bibliográfica, la autora tuvo en cuenta las propuestas teóricas de intelectuales y artistas que propiciaron el desarrollo del arte dramático y han acompañado las diversas formas de hacer teatro en América Latina. La historia está compuesta por breves y específicos relatos temáticos, que dan un carácter divulgativo al texto y lo convierten además en entretenida lectura.