«Debes respetar las cinco cualidades y rechazar los cuatro vicios.»
«¿Cuáles son las cinco cualidades?»
«El hombre superior es benefactor, pero no derrochador; anima al trabajo pero no provoca resentimiento; tiene ambiciones, pero no es codicioso; posee grandeza, pero no soberbia; inspira respeto, pero no es cruel.»
«¿Y qué quieren decir esas cualidades?»
«Trabajar a favor del pueblo, ¿no es ser benefactor y no derrochador? Si das el trabajo correcto a la persona idónea, ¿quién se mostrará resentido? Si un hombre desea algo y lo obtiene, ¿qué codicia cabe en él? El hombre superior siempre acomete sus tareas sin tener en cuenta su dificulad ni su tamaño, y por tanto no es indolente, ¿acaso no es poseer grandeza sin soberbia? El hombre superior cuida su apariencia. Se esmera en su vestimenta y tocado, y trata a los demás con respeto. Y debido a su porte distinguido, todos le tratan con reverencia; de esta forma inspira respeto sin ser cruel.»