—El mecánico toca el aceite y las ruedas y el polvo. Seguro va a tener las manos sucias, pero tú lo tienes que saludar, y si te ofrece la mano, se la das.
—¿Aunque esté sucia?
—Sí, aunque esté sucia. Ese es su trabajo, él nos arregla el carro y si le toca ensuciarse las manos para hacerlo, tú le tienes que dar la mano.