Esta es la primera novela que escribió Charlotte Brontë, la autora que se daría a conocer al mundo con su famosa Jane Eyre, que escribió dos años después.
Basada en gran parte en sus experiencias personales como institutriz en Bruselas, es una novela realista que nos presenta la realidad de su experiencia personal en Bruselas, y una crítica social cruda, sin endulzar ni suavizar.
“Pero cuando el dolor termina el recuerdo que queda a veces se transforma en placer.”
A través de la historia de amor que articula la trama, la escritora denuncia las condiciones laborales de las fábricas, resultando ya con su obra debut una adelantada para la época, algo que después se reafirmaría con el conjunto de su obra.
En personajes como el de la señorita Henri, quien quiere seguir activa laboralmente y realizar sus sueños profesionales aún después de haberse casado, o el del protagonista, el joven William, un personaje frío y con el que es difícil empatizar pero cuyo análisis resulta muy interesante, se ponen en examen las costumbres y la rigidez de la época victoriana.
Quizás este realismo y crítica sin disfraz de la realidad social fueron el motivo por el que los editores de Brontë rechazaron en principio la publicación de esta novela, que de hecho no vio la luz hasta después de la muerte de su creadora.
Charlotte Brontë (1816–1855) fue una novelista y poeta inglesa, más conocida por su novela clásica “Jane Eyre” (1847). Charlotte era la hermana mayor de los novelistas Emily y Anne Brontë ampliamente hoy.