Se considera a Marco Aurelio uno de los mejores y más populares emperadores que tuvo Roma. La fascinación por su figura, una de las más documentadas de la Antigüedad, va mucho más allá de su sabiduría como gobernante, gracias a la correspondencia que mantuvo con su tutor Frontón y, sobre todo, a sus Meditaciones, obra maestra de la filosofía estoica. Con esta biografía, Anthony Birley traza el más completo retrato que se ha hecho del hombre que llevó al imperio a vivir su último gran periodo de esplendor y equilibrio.