Al tratarse de un virus, cualquier coronavirus contiene código genético (por ejemplo, SARS-CoV-2 contiene una cadena de ARN de unos 29.900 nucleótidos de longitud) y, en particular, posee una envoltura esférica que incluye unas espículas como una corona, de ahí el nombre de este tipo de virus. Las espículas están distribuidas simétricamente y son las que permiten al virus abrirse camino por las membranas de las células y atacarlas desde cualquier ángulo.