Feyre ha vuelto a la Corte Primavera decidida a desvelar las artimañas de Tamlin y las razones del rey que amenaza Prythian. Pero para hacerlo, tendrá que jugar al mortal juego del engaño… un solo paso en falso podría condenarla, no solo a ella sino a todo su mundo. La guerra se cierne sobre todos, y Feyre tendrá que elegir muy bien en quién confiar.