Eberhard Mock, de la Sección Criminal de la policía de Breslau, es conocido por sus métodos poco éticos, su pasión por el ajedrez y su frecuente presencia en los burdeles más lujosos. Poseedor de un inmenso archivo secreto sobre las personalidades locales, no se detiene ante nada a la hora de resolver un caso, preferiblemente si de paso obtiene favores y privilegios. Algo ha cambiado en esta ciudad de Silesia que antaño estaba en sus manos. El ascenso del Partido Nazi ha obligado a Mock a aceptar a su lado a un asistente de la Gestapo, la nueva policía secreta. Lo que es peor: teme que el nuevo reparto de poder saque a relucir su pasado masónico y le haga caer en desgracia.