¿Sola salirse?, ¿qué diablos iba a hacer?, ¿dónde trabajaría? En San Gregorio no, entonces ¿cuál destino? El mundo era muy grande si uno lo imaginaba como algo extravagante: lejos lo lejos siempre: inaccesible, por lo cual lo mejor sería juntarse con... lo posible al alcance... un hombre positivo, viajero, aventurero. Alguien que anda andador, sin deseo de quedarse en un lugar cualquiera, alguien enamorado de los desprendimientos, pero que no renuncia a su querer más puro: su compañía de siempre, su amor al rojo vivo.