Se dice que el adolescente está a medio hacer entre el niño y el joven adulto, si bien se acerca mucho más al segundo que al primero. El reto para los padres con hijos adolescentes estriba en que deben trabajar mucho más en el acompañamiento, en la comunicación con sus hijos, en la expresión de amor y el cariño, en el desarrollo de la paciencia y en actuar con más razón, más acierto, más ejemplo y más verdad.