Mi padre me apuntó con el dedo y dijo:
—¿Lo ves? Ya decía yo...
El alcohol tan tempranamente ingerido había levantado angelicalmente los ánimos de mi padre, quien dijo:
—Muy bien, el hijo gana este asalto a los puntos.
—Es que sé bailar —dije.
—Ya me acuerdo. Costello, ¿verdad?
—Justo.
—Ahora no estoy seguro de saber el verdadero significado de esas palabras. Hace seis meses me dijeron que dejara de beber o, de lo contrario, era hombre muerto. Dejé de beber. Pues bien, cuando me acuesto, los espíritus salen de sus escondrijos y forman un círculo alrededor de mi cama. Luego, me hacen bailar durante toda la noche.
Al tratar de reírse, tosió. Era una tos que parecía provenir de lo más hondo de sus pulmones.
—Y yo les digo: «Los hombres duros no bailan», y ellos me contestan: «Baila, hipócrita, baila, sigue bailando.»
Fijó la vista en los destellos de luz en el whisky, como si allí pudiera encontrar espíritus emparentados con los que agitaban su sueño. Suspiró y dijo:
—La enfermedad me ha quitado hipocresía. ¿Sabes qué pienso de los maricones? Pues que la mitad de ellos son tipos valientes. El marica nato ha de tener cojones para portarse como un maricón. Si es marica nato. Si no se porta como un maricón, se casa con una chica con aspecto de ratón, que no tiene el valor suficiente para ser tortillera, los dos se dedican a trabajar como psicólogos, y tienen unos hijos que son niños prodigio y juegan con toda clase de aparatos electrónicos. Si eres un marica nato, sé maricón. Y celebra una fiesta de puesta de largo. Son los otros los que condeno. Los que tendrían que ser hombres, pero les falta valor. Se supone que has de ser hombre, Tim. Eres hijo mío. Tienes ventaja sobre los demás.
—En mi vida te había oído hablar tanto.
—Es que, en realidad, apenas nos conocemos.
—Sí, hoy me pareces un desconocido.
Y era verdad. Su gran cabeza ya no quedaba embellecida el recio cabello blanco, de un blanco con el decadente lustre del marfil y la nata. Ahora tenía una cabeza enorme y calva. Más parecía un general prusiano que un tabernero irlandés.