ese conocimiento de las esencias no se logra, como sostienen los empiristas, por medio de la comparación de semejanzas entre hechos particulares, pues para comparar varios hechos es necesario haber captado previamente el elemento que los une (a saber, su esencia), sino a través de una intuición, que Husserl llama «intuición eidética», «intuición de esencias» (