«Estudios del arte contemporáneo I» agrupa una serie de textos que analizan los temas de Manet, Cézanne, Toulouse-Lautrec, Kandinsky, Klee, etc., y termina con el estudio del expresionismo abstracto estadounidense. El autor piensa que el arte tiene que ver con la vida cotidiana y con la historia, que la pintura y la escultura nos proponen modos de mirar e imágenes en las que podemos reconocer nuestra violencia y nuestra sexualidad, el sentido lúdico, el carácter dramático, la condición fragmentaria de nuestra realidad común, personal y colectiva, las formas y las concepciones del trabajo, el placer del paisaje, la figura del otro. Estos son algunos de los temas que se abordan en los Estudios.
Las obras de los expresionistas, futuristas, constructivistas, dadaístas, surrealistas, las obras de los artistas neoplásticos y de los puristas, informalistas, expresionistas abstractos, realistas, pop y conceptuales, todas ellas “hablan” de asuntos diversos, del sexo, la crueldad, la violencia, la explotación, las diferencias de género, la alienación, la guerra, los prejuicios, el consumo, la banalidad, las máquinas y la velocidad, los valores sublimes, la sociedad más justa, y la más injusta, etc. “Hablan”, igualmente, de la belleza y de los modos de mirar, de la ironía y de la belleza, de la indiferencia y del compromiso, de la distancia y el entusiasmo, es decir, de un conjunto de valores y actitudes que en todos esos temas tienen mucho que ver con el lenguaje, pero también con la vida cotidiana.