Convocar la voluntad
Sea lo que sea lo que el protagonista quiera, debe desearlo con todas sus fuerzas y con toda el alma, de tal modo que no conseguirlo equivalga a la muerte. Así se reconoce la necesidad de sentido y de propósito ante la aniquilación total que representa nuestra condición mortal. La búsqueda de ese sentido, cuando se entiende correctamente, exige nuestra dedicación absoluta.
En la ficción dramática la búsqueda de significado se cifra en la persecución de un deseo, necesidad, ambición o meta primordial, aunque sean eventos externos los que obligan al protagonista a esa persecución. En las historias, esos deseos no son meros caprichos. Reflejan un ansia más profunda: de amor, de relevancia, de comprensión, de la seguridad acogedora del hogar. Y cuando el deseo del personaje por esas cosas se frustra, si se le niega, si se obstaculiza, si se amenaza su destrucción, despertará en él la plenitud de la entrega, en cuerpo y alma, a la defensa de lo que está en juego, que entendemos que es definitivo. El costo de su incumplimiento es la devastación, si no existencial, sí emocional, social o psicológica.