«En algún lugar, no sé dónde, de alguna manera, no sé cómo, unos seres, no sé cuáles, libraban una batalla, un combate, una agonía que se desarrollaba como un gran drama o una composición musical; mi inquietud era tanto más difícil de soportar, puesto que ignoraba el sitio, la causa, la naturaleza, el posible resultado de la lucha. Como suele ocurrir en los sueños en los que por necesidad nos volvemos el centro de todo movimiento, yo tenía y no tenía poder para decidir el combate.»
Las Confesiones de un opiómano inglés constituyen un relato autobiográfico publicado por primera vez en 1821. A través de la descripción de los sueños y pesadillas derivados de la influencia del opio, el autor introduce un universo fantástico que deviene en un nuevo modelo estético. La obra tuvo repercusiones tanto en el ámbito artístico como en el saber médico.