Según santo Tomás, la mente actúa libremente por sí misma, y su libertad consiste precisamente en encontrar una vía de salida a la libertad y a la luz del día, a la realidad y a la tierra de los vivos. En el subjetivista, la presión del mundo fuerza a la imaginación hacia dentro; en el tomista, la energía de la mente fuerza a la imaginación hacia fuera, porque las imágenes que busca son cosas reales