Sarah Temper está lista para empezar a vivir. Ha crecido excesivamente custodiada, protegida, con una legión de guardaespaldas a su servicio y el número de un psiquiatra siempre a mano. Ahora, lejos de casa, todo promete ser una nueva experiencia; siempre y cuando pueda olvidar quién fue, siempre y cuando sus pesadillas no la encuentren.
Una noche de lluvia conoce a un extraño que parece ser la versión concentrada de toda esa vida que se ha estado perdiendo, de todas las nuevas experiencias que quiere comenzar a acumular y, al mismo tiempo, de todo ese pasado que la acecha cuando las luces se apagan y comienza a llover.
Gregory Salinger la aterroriza y, al mismo tiempo, la atrae de una manera incontrolable.
Cuando extrañas señales comienzan a aparecer a su alrededor, las alarmas se encienden y Sarah deberá decidir si es momento de volver a huir o de pelear y, lo que es más importante, si se olvida de Gregory o le dice la verdad, inmiscuyéndolo en ese juego de sombras y medias verdades que es su vida.