Se detuvo en la entrada del estudio. La enorme puerta de madera se levantaba abierta a la habitación. Lord Tremarctos estaba sentado detrás de una gigantesca mesa, y en el muro que se erigía tras él había colgada la piel de un oso. Unos libros y unos interesantes artefactos llenaban las estanterías que rodeaban el espacio. Ella deseaba poder entretenerse con ellas, sacar los libros del las estanterías