El filántropo Eugene Schieffelin (1827-1906) concibió la idea de llevar a Estados Unidos todos los pájaros mencionados por William Shakespeare en sus obras. Desafortunadamente, el personaje de Hotspur menciona al estornino en la parte I de Enrique IV, por lo que Schieffelin soltó en 1890 sesenta estorninos y, al año siguiente, otros sesenta en el Central Park de Nueva York. Hoy en día estas aves han proliferado por millones desde Alaska hasta México (habrá no menos de doscientos millones de ejemplares sólo en Estados Unidos), al no verse molestadas por depredador alguno, y se han convertido en una plaga perniciosa, al alterar el equilibrio ecológico