1957. El destino ha llevado a Bernie Gunther a trabajar en una compañía de seguros de Múnich, donde hace lo que mejor sabe: investigar. Desde allí, le destinan a Atenas para comprobar una reclamación por un barco hundido, propiedad de un ciudadano alemán. Cuando descubre que la embarcación perteneció a un judío que fue deportado a Auschwitz, a Gunther ya no le cabe duda de que el naufragio no fue un accidente. El fantasma del nazismo y la Segunda Guerra Mundial vuelven a cruzarse en su camino.