El inspector hispanoargentino Héctor Salgado ha cumplido los cuarenta, su esposa lo ha dejado por una mujer, tiene una relación difícil con su hijo y no termina de cuajar en el cuerpo de policía autonómico. Quizá su único refugio sea el cine, su gran pasión. Actualmente investiga la muerte de un adolescente. Lo que en principio era un caso sencillo se complica a medida que Salgado va conociendo a la familia del chico, empresarios respetados que quieren entrar en política. No es agradable hurgar en los secretos de los poderosos, a lo que hay que sumar los coletazos de su caso anterior, un asusnto de trata de blancas. La unidad de Salgado desmanteló una red recientemente y el cabecilla, un fanático del vudú, tiene sed de venganza.