Esta fascinante novela comienza de un modo tan sugerente como misterioso: en la estación de tren de una gran ciudad, un paseante descubre a una mujer que deambula solitaria ya de noche. La mujer sigue al hombre hasta su casa, y allí le ofrece o su cuerpo o su historia, como en los cuentos del lejano Oriente. El hombre elige conocer la vida de la mujer. A lo largo de una noche sabremos quién fue ella, cuáles fueron sus deseos y sus esperanzas, cuál fue su amor tormentoso y clandestino. Café, cigarrillos, alcohol, los ruidos de la noche, un tranvía que frena al final de la calle, son los elementos que se acompasan con el relato. Pasan las horas, y la voz de la mujer entrega su íntimo caudal de recuerdos, liberando así un apasionante relato que llevaba demasiado tiempo escondido.