Cuando Charlotte Warde se negó a contraer matrimonio con el marqués de Darincourt, éste pensó vengarse de ella, utilizando para ello a la joven prima de Charlotte. Serla, que se hallaba en serios problemas, aceptó intervenir en la farsa y en colaboración con la abuela del aristócrata, ganaron la batalla a Charlotte. En el transcurso de aquella trama, el marqués y Serla encontrarían el amor, pero tendrían que luchar contra la amarga y terrible venganza que Charlotte iba a planear contra ellos.