A esta altura de las investigaciones sobre el abuso sexual en la infancia nadie puede negar que se trata de hechos que impiden el normal desarrollo psicosexual de las víctimas y que constituyen un delito claramente sancionado por los códigos penales de todo el mundo.
Sin embargo existe una necesidad de ordenar algunos conceptos e ideas que circulan en los espacios donde se debe decidir el futuro de niños, ya que cuanto más se hace la luz sobre la victimización de los niños y niñas, surgen con mayor fuerza movimientos en contra, que pretenden descalificar su palabra, revictimizar a los pequeños y a todas las personas que deciden creerles.
Esta situación se remonta a la década de 1980 cuando en Estados Unidos un médico llamado Richard Gardner construye una pseudo teoría que llamó Síndrome de Alienación Parental. Esta invención le permitió a la justicia norteamericana (luego a la latinoamericana y española) obtener una justificación para exculpar a los abusadores en la enorme cantidad de casos de incesto y graves violencias que estaban llegando a sus estrados, y de este modo no tener que aceptar la existencia de los abusos sexuales en la infancia.