Escrita en una lengua bellísima, aparentemente simple pero conceptualmente compleja, este texto no es solo la historia de una mujer (como tantas otras novelas que hoy se sumergen en las corrientes de este nuevo género o subgénero de romance sentimental feminista) sino una representación literaria de las imposibilidades de la existencia dentro de la existencia misma: una mujer, Xuela, nace en Dominica, mestiza de madre caribeña y de padre medio escocés. Su madre muere al nacer ella; su padre la entrega a una lavandera, y ella decidirá no tener hijos. Registra el tránsito de los otros hacia la muerte, desconcertante y lleno de tensión, bastante afín a Camus: como él, Jamaica Kincaid consigue transformar la más social de las experiencias (ser mujer, no tener descendencia, contemplar la desaparición de los suyos) en el núcleo de la experiencia humana. Estamos ante una autora extraordinaria.